Por David Rafael Reyes Palafox. Como vientos de tempestad, llegó al Capitolio una tormenta que era previsible, que se anunciaba desde hace meses, que tenía como ojo del huracán el domicilio ubicado en el 1600 de Pennsylvania Avenue NW, en Washington DC, y que fue evocado, convocado y encendido por quien tendría que ser, en teoría, la persona más elocuente de los Estados Unidos de América. La democracia que siempre se ha jactado de ser la más sólida, antigua, eficaz y consolidada del mundo, hoy sufrió un golpe durísimo que la deja en una posición sumamente comprometida, y a los ojos del mundo, con una seria herida que hace cuestionarse si la nación de las barras y las estrellas es grande otra vez.
Estados Unidos de América, ¿esto es ser grande otra vez? Grande ha sido el escándalo que se ha atravesado este 6 de enero de 2021, al ser ocupado por manifestantes, de forma abrupta y violenta el Capitolio de la Unión Americana, el cual se encontraba sesionando en pleno para calificar los votos del Colegio Electoral para formalizar la victoria de Joe Biden como Presidente Electo de los Estados Unidos, consecuencia de una instigación constante por parte de Donald Trump, quien ha generado una narrativa que polariza y divide a un pueblo que históricamente tiene cicatrices que aún no terminan de sanar -el constante racismo, la idea de supremacía blanca, la brutalidad de unos contra otros, los abusos de autoridad, el indiscriminado acceso a armas…-, un discurso que alienta al odio y a la discordia, y que hoy día, ha llevado al extremo de comprometer el respeto de lo que los estadounidenses llaman “la ley y el orden” y su valor más sagrado: la democracia.
Ya lo decía Abraham Lincoln, ser un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, lo que significa entender las derrotas y afrontarlas de forma institucional, sabiendo que la democracia, como fuente inagotable de lecciones en la vida pública, nos permite abrirnos paso a estadios mejores en donde todos sean escuchados, mayorías y minorías, ricos y desposeídos, blancos y negros, latinos y asiáticos, y sea posible vivir en armonía tal y como lo pregona la constitución firmada por Washington, Franklin y Jefferson.
Cuidado con el radicalismo, cuidado con la demagogia, porque un líder irresponsable puede traer consigo el enardecimiento de las masas, infligir una herida profunda a los valores y logros que han costado años, vidas y sacrificios enormes, que inclusive puede comprometer la estabilidad de un país y los cimientos de una nación. Llamen a los servicios de emergencia, porque la violencia, la negligencia y la convocatoria al caos, procede de la oficina oval; porque esta noche triste fue administrada por el cuadragésimo quinto presidente de los Estados Unidos de América, quien lo preparó durante cuatro largos años y hoy tuvo una culminación fatal para quienes creemos en la democracia.
Esta dura lección que nos llevamos de la democracia que se precia de tener más antigüedad y abolengo es muy trascendente. Cuidado con los discursos de provocación, cuidado con quien señala ser la solución única y ser prácticamente la voz del pueblo… Cuidado, mucho cuidado, a veces las palabras pueden encender más a los sectores radicales y resentidos que una chispa a la pólvora. Sí, Estados Unidos está lejos de ser perfecto, pero ha sido una constante referencia en cuanto a democracia se trata, y recuperarse de este enorme tropiezo, que sin duda pasará a la historia -y espero que así sea- como un hecho inédito, costará mucho trabajo, una profunda reflexión sobre la democracia estadounidense y su sistema electoral, y quizá, un replanteamiento de la sociedad que se quiere en dicho país norteamericano.
La noche del 6 de enero de 2021 para Washington DC, será recordada como una noche muy negra, en donde se duerme con un toque de queda, como si se viviera en un Estado autoritario, en donde la Navy Jack Flag transitó por los pasillos del Capitolio, en donde los irruptores que propiciaron el asalto al edificio del poder legislativo norteamericano se sentaron y vandalizaron su salón de sesiones y las oficinas de senadores y representantes, portando armas, símbolos que evocan a la ya lejana Guerra de Secesión, y a un sector que pugnó por mantener las cadenas para unos, pisoteando la igualdad entre los hombres y mujeres que tenían un color de piel distinto.
La democracia si bien no es perfecta, es siempre perfectible, y es tarea del ciudadano crearse una conciencia sobre su poder, sobre la tolerancia, sobre su importancia en la vida pública. La democracia debe ser entendida como un sustituto del azote de la guerra, como una solución a la tiranía, como una forma de entender a los demás y dirimir los conflictos mediante el diálogo. Que jamás se pervierta en discursos demagógicos, que jamás se descomponga en una oclocracia que se sirve de la pobreza y la ignorancia. Que este día nunca se olvide, que sea escrito como un recordatorio para todo el mundo que a la democracia, hay que protegerla, porque es complejísimo construirla, pero muy fácil afectarla e infectarla.
“Que esta nación, Dios mediante, tendrá un nuevo nacimiento de libertad. Y que el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, no desaparecerá de la Tierra.”
-Abraham Lincoln, Gettysburg, Pennsylvania, 19 de noviembre de 1863.
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Integer ex velit, viverra non vulputate vitae, blandit vitae nisl. Nullam fermentum orci et erat viverra bibendum. Aliquam sed varius nibh, vitae mattis purus. Mauris elementum sapien non ullamcorper vulputate. Orci varius natoque penatibus et magnis dis parturient montes, nascetur ridiculus mus. Sed eget felis sit amet eros viverra pulvinar.
Licenciada en Comunicación de la FES Acatlán UNAM. Diplomado en la Academia de San Carlos en Estrategias de Narrativa Audiovisual en Plataformas digitales. Se ha desempeñado en el ámbito académico, trabajando y desarrollando contenido multimedia principalmente en los ejes de inclusión, salud, seguridad y sustentabilidad.
Greta Lucero Rios Téllez Sil Presidenta y fundadora de Ollin
Greta Ríos es Licenciada en Relaciones Internacionales por el Tecnológico de Monterrey y Maestra en Derecho Internacional (LL.M. International Dispute Settlement) por el Instituto de Altos Estudios Internacionales y de Desarrollo (Institut des Hautes Études Internationales et du Développement), en Ginebra, Suiza.
Antes de fundar Ollin, Greta formó parte del equipo de Reforestamos México, A.C.; la Misión de México ante las Naciones Unidas en la Ciudad de Ginebra, Suiza; y la Secretaría de Gobernación. También participó en diversos estudios y publicaciones como asesora en temas de derechos humanos. En 2016, se integró a la red mundial de emprendedores sociales de Ashoka. Desde 2017 es fellow de Vital Voices y parte de la red de Líderes Responsables de la Fundación BMW. En 2019, junto con Ollin, ganó el Premio UBS Visionaris al Emprendedor Social.
Yadira Tierrablanca Ortiza Directora de Administración
Lic. En Administración de Empresas Turísticas de la Universidad Abierta y a Distancia de México (UnADM), en los últimos 7 años se ha especializado en organizaciones de la sociedad civil.
Formó parte de la dirección ejecutiva de la organización CreSer para un desarrollo integral A.C. que fomenta los buenos tratos, los derechos humanos y reproductivos, así como el acompañamiento a mujeres en situación de violencia; durante 4 años trabajo dentro del comité organizador del Congreso Internacional de Resiliencia y Buenos Tratos a la Infancia y Adolescencia en la ciudad de Querétaro; organizo el Primer Encuentro Internacional de Embajadores de Resiliencia de la FESI-UNAM; participó en la campaña internacional One Billion Rising, campaña global que mediante el baile invita a manifestarse en contra de la violencia de género.